martes, 19 de febrero de 2008

Imagen

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te recuerdo siempre de pie, con los brazos flexionados de manera que pudieras agarrar las tiras de tu mochila, y con una sonrisa grande casi justo en el medio de una cara muy pequeña, o de una cara normal escondida parcialmente debajo de una boina oscura de un color incierto; aunque los dos son difusos, el color del sombrero es parecido al color del sobretodo largo. Seduce la idea de tu pelo largo medio escondido entre las solapas y la carga que llevas en la espalda. La sonrisa está adornada por un aro en forma de punto sobre uno de tus labios casi finitos, que ahora como entonces me parece que te cubre la cara con un filtro de erotismo. Es viva la imagen ya que tiene movimiento, aunque es este tan precario que podría ser tan sólo un artificio de mi mente o de un niño que juega con una computadora.
Tu recuerdo de esa tarde en la que fuimos compañeros -la única, pero a esta altura casi íntima- es probablemente una mezcla de aquella con cada vez que te he visto; agradezco que hayan sido tantas.
Te quiero. Te quiero. Pedro

1 comentario:

mimo dijo...

yo recuerdo su tapado. se que hubo coincidencias, recuerdo también diálogos sobre abuelas e intercambios de recetas para tejer..ciertos guantes y promesas de polainas. esa clase si, la recuerdo como un invierno de tapados y coincidencias, poca atención, papeles que iban y volvían con nombres, mientras por arriba pasaba Sócrates, Platón, saludos desde la otra punta del aula porque si, yo a vos te conozco de algún lado, y a vos, y a vos... todavia me río pensandolo, pensándolo como un par de meses con conos y bigotes o de Tzeibel y sus subidas y bajadas de azúcar en la sangre. Un saludo desde algún lugar muy lejos de ahi, y sin embargo.