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Envejezco, mi amor; quiero contártelo.
Bajo un pie de la lancha y sube el sol.
El frío no es de verdad, es motor del calor
del recuerdo de alguna otra estación.
Pero te veo reaccionar ante el frío y pienso que
todo marcha, tengo lo que necesito,
y eso fluye como el río a nuestros pies.
Todo marcha: soy testigo atento del tiempo,
del cambio que opera adentro mío.
Poco a poco el calor va curando el dolor;
pienso: es como en la vida, debe haber un dios.
El tiempo va distinto y el paisaje es mejor;
sueño dentro de un sueño no existe sin vos.
Pero si te veo pensar un poquito temo que
todo caiga y yo no encuentre el sentido
para darle aire al tiempo y aguantar.
Todo cae: hay una ley que lo explica
y algo está atrasando mi caída.
Mi manera de ver es tan simple mi amor:
todo lo que va a ser ¿por qué no puede ser hoy?
Sé que voy a esperar, es un pacto el amor.
Nada quiero en la vida más que que sea con vos.
Y si me pongo a pensar en el muelle veo que
todo pasa, como dos hojas persiguen
ese punto donde el río es cielo.
Todo pasa: es sólo cuestión de tiempo
y de formar las figuras exactas.
Todo pasa. Sigo escribiendo unos versos,
"Pedro: no perdás el tiempo en eso".
Todo pasa, como el misterio del río
que, sin duda, fue el paso difícil de ésto.
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2 comentarios:
esta también es bastante gaboferrera.
estuve haciendo un seguimiento hacia el pasado en unpardecositasmías, y descubrí que sos mi lector más asiduo.
¿gracias?
gracias
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