domingo, 5 de octubre de 2008

Como el río

-------------------------------------------------------------------------------------


Envejezco, mi amor; quiero contártelo.
Bajo un pie de la lancha y sube el sol.
El frío no es de verdad, es motor del calor
del recuerdo de alguna otra estación.

Pero te veo reaccionar ante el frío y pienso que
todo marcha, tengo lo que necesito,
y eso fluye como el río a nuestros pies.
Todo marcha: soy testigo atento del tiempo,
del cambio que opera adentro mío.

Poco a poco el calor va curando el dolor;
pienso: es como en la vida, debe haber un dios.
El tiempo va distinto y el paisaje es mejor;
sueño dentro de un sueño no existe sin vos.

Pero si te veo pensar un poquito temo que
todo caiga y yo no encuentre el sentido
para darle aire al tiempo y aguantar.
Todo cae: hay una ley que lo explica
y algo está atrasando mi caída.

Mi manera de ver es tan simple mi amor:
todo lo que va a ser ¿por qué no puede ser hoy?
Sé que voy a esperar, es un pacto el amor.
Nada quiero en la vida más que que sea con vos.

Y si me pongo a pensar en el muelle veo que
todo pasa, como dos hojas persiguen
ese punto donde el río es cielo.
Todo pasa: es sólo cuestión de tiempo
y de formar las figuras exactas.
Todo pasa. Sigo escribiendo unos versos,
"Pedro: no perdás el tiempo en eso".
Todo pasa, como el misterio del río
que, sin duda, fue el paso difícil de ésto.

Un poquito diferente de lo que fue

-----------------------------------------------------------------



Cada vez que canto una canción de amor por vos
me involucro con historias que no existen,
me confundo en los papeles que nunca reconocí
(los papeles que siempre quise vivir).

Todas las mañanas escribo una misma canción,
la canción de haber franqueado lo infranqueable.
Y si me despierta alguna pesadilla en vida
es un rato y vale mil veces lo que me da.

Y si la reescribo es solamente (de verdad)
una pauta egoísta que mal guía mi moral.
Pero sencillamente quiero ser un poco (nada más),
sólo un poco diferente de lo que fue todo.

Todo el mundo sabe que el amor no es propiedad
pero a mí me gusta verte así en mis manos.
Tu sonrisa despierta razones que ya había descuidado;
tengo el tiempo y tengo en que usarlo.

Hoy te canto con esa premisa de que ojalá
que ésta no sea la última canción.

Y si la reescribo es solamente (de verdad)
una pauta egoísta que mal guía mi moral.
Es que sencillamente quiero ser un poco (nada más)
sólo un poquito diferente de lo que fue todo.